Su niñez había transcurrido entre risas y golosinas.. los dedos pegajosos y pantalones con rodillas gastadas, todo había sido como una dulce melodía que acompañaba cada movimiento de su extraño cuerpo, cada minúscula situación despertaba en él múltiples preguntas, cada cosa existente daba como resultado hipótesis ‘científicas’ aniñadas, el universo para el era una gran cuestión… abandonado ése mundo quimérico comienza a cuestionarse porque en todas sus exploraciones solo contaba con la compañía de su sombra… mientras observaba esa mancha oscura reflejada en el suelo descubre que había observado tanto el mundo exterior que jamás se había detenido a mirar su morfología, parado frente a un lago estudio su contextura redondeada, su cuerpo estaba delimitado por líneas curvas como todos los pobladores de la zona, pero su problema no estaba en su silueta redonda sino en su tamaño, camino y termino desolado con sus piernas devastadas buscando alguien similar a él, pero todos eran pequeños puntitos a su lado. Ésa noche busco explicación a su “problema”, después de meses de tristeza y con una lista extensa de comentarios de sus vecinos, comprendió que su tamaño estaba acrecentado por el saber y conocimientos adquiridos en todos esos años transcurridos. Comprendió que su cuerpo no estaba mal, su saber lo había distinguido entre tantos puntitos, se sintió orgulloso de su contextura y dibujó una radiante sonrisa en su rostro. .. Camino con su frente erguida por cada rincón de ése pequeño lugar, dejando atrás ésa lista de jueces naturales, se sentía realmente feliz.. Mientras se escuchan murmuros al pasar todavía fiscalizando su tamaño y preguntando ¿Qué es esa curvatura tan hermosa en su rostro?
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